Esaaaaaa bandaaaaaaaaaaaaaaaaa, ¡qué patotas!
Pus simón simonazo, liga ligazo, patada o manazo, apachurro, mojo y despeino. A travieso nadie me gana, porque te reviento en un bújero todos los días. Íbamos acá en la microbusiada pasando por las bellísmias calles desta ciudá cuando poco a poco fuimos trepando pasaje a la navidad. Y pus como a ustedes les cae que les consta, a esta nave intergaláctica (que los usuarios desprestigian llamándola pecerda) pus como que nunca le falta el musicalón pa' poner el ambiente, ¿no?. Y pus ya saben acá iba el radio a todo volumen pa' que el fino pasaje disfrutara del selecto y muy refinado gusto de su seguro servilleta en el supercombo esterefónico de alta definición que me cargo. O sea, en las dos bocinotas de sonidero que le cambié a un valedor de mi cuadra por la llanta de refacción que nomás me estaba estorbando en el micro, ¿no?
Volviendo a lo de los estimados usuarios, primero la ruta pasó por un lugar acá bien gacho. Era como un congal que aparentaba ser como edificio de gobierno. El letrero decía retepomposamente "Sindicato de la Nación para los Quesque Trabajan en las Escuelas". Me cae que cualquier congal barato de la meche está mejor que el edificio éste. Ahí subí a una ñora con cara de nomanchesyanilachingasmeacabasdesacartrendopedote. Primero pensé que traía una máscara como de perro rabioso de esas que venden pa' los chavos en jalogüin, pero ¡madres!, que voy viendo que esa era su jeta.
Me dijo:
- ¿Cuánto es a...
Y yo todo apanicado le dije:
- ¡Ya súbale doña, nomás no me muerda!
Se me hace que era como la mandamás del congal ese porque pus ya estaba ruca, pero se vestía con unas garras como que si eran finas. Nomás que pus si no podía negar la cruz de su parroquía.
Luego por ahí de la condechi, más bien la Roma, se subió un valedor chaparrito que parecía topo. Como que quería darse a lucir, pero pus su personalidad lo hacía pasar inadvertido.
Luego saliendo como de un hospital me hizo la parada un ruquito. El hospital no sé si era como para la memoria, o para viejitos o de plano, un loquero. Cuando me hizo la parada, yo creo que me quería fintar, como que no se decidía. Pero ya saben que a los ancianitos, pus como que hay que tenerles paciencia banda.
- Mmm, no tché tchi etchte es mi micro. Tchí, tchí es. Mmmm, nop, creo que nop, me voy a retractar de hatcherle lap parada joven. Mmmm, no mejor tchí. Me thcubo. Es que tengo mala memoria y se me olvida qué micro tomar. Luego termino retractándome de micht detchchichionetchs.
Más adelante en el camino se subieron unos dones que parecían marido y mujer. Nomás que la doña parecía el machín y el don era retenena. ¡No'mbre!, se subieron casi casi, jalándose de las greñas.
- ¡Que le pague, éste por hablador!
- ¡No!, ¡que le pague ésta por mentirosa!
Y como el tráfico apremia:
- ¡Ya súbanse!, ¡se me hace que ninguno de los dos me va a pagar!
Tonses estábamos oyendo unas supersalsas cuando quitaron la música por la méndigas noticias. El del noticiero decía:
- Sí no sé que se informa, bla, bla, bla, preveen los políticos madriza electroal por voto nulo...
Que agarra el chaparrito de lentes y que se para muy acá diciendo en voz alta:
- ¡Eso es!, si nadie me toma en cuenta, ¡voy a anular mi voto!
Tonces que la cara de perro le dice:
- Jajajaja, pero si usted ya está anulado desde hace mucho. Además si de anular el voto se trata, con mi voto anulo el de un millón de maistros.
Y que se arma la rebambaramba dentro del micro. El ruquito que se suelta...
- Bueno, yop tchi voy a votar, pero putch igual no hay que tomarlo mutcho en tcherio porque luego me etcho para atrás de mitchs detchichionetchs...
Y que la gorda revienta:
- Eso pasa por gente habladora, que le hace perder la confianza a la gente. Que presumen que hacen mucho, cuando no pueden con el paquete.
¡Que le responden!
- Pero eso no pasaría si la gente que ya estaba desde antes, hubiera hecho bien su trabajo en vez de hacer lo que le conviene personalmente...
¡Chales! Como vi que nomás por oír el radio ya se estaban empezando a hablar de acá pa' allá y de allá pa' acá, pus dije mejor les pongo musiquita. Me cae que es como dicen... que entre que las personas más ollen las noticias más se ponen locas. Yo por eso no pelo las noticias. Me apresuré bien machín a poner música y lo primero que saltó fue un disco de metal acá bien locote. Dije, pus ya ni Pepe dijo Pablo aunque sean guitarrazos pa' ya no estar aguantando a estos culebras.
Metí en chinga el disco al aparato cuando me voy dando cuenta que era un rolononón....
¡A wilbuuuuuuur papirrín!, con esto no sólo dejo oír a estos cabreras sino que hasta les pongo el ambiente en mis bocinotas. ¡Ea, ea, ea! Y como diceeeeeeeeeeeeeeee ¡1,2,3! Ti,ti tititi, ti,ti tititi...
Acompáñenos a dar un rocanrol en nuestro próximo episodio del microbús. Más que un colectivo.
miércoles, 17 de junio de 2009
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