A pesar de que dicen que la primera no es como todos los piensan, para mí si lo fue, con responsabilidad suficiente, mucha diversión y por qué no, también un poco de compromiso que de pronto era agobiante.
El primer trabajo por el que recibí una paga fue de niñera… La experiencia fue buena, me gustó, nada que ver con la que tengo ahora, no por lo del disfrute, sino por las diferencias entre una y otra.
Todo surgió tras el accidente de uno de mis primos pequeños; mis tíos eran investigadores que no podían modificar sus agendas para dar esos cuidados especiales a mi primín, asi que me plantearon la idea de cuidarlo…
“Tienes que recogerlo de la escuela y traerlo a la casa (= a caminar dos cuadras, es decir, empujar la silla de ruedas la misma distancia), darle de comer y acompañarlo toda la tarde, ayudarlo a hacer sus tareas y ya, te podemos pagar a la semana, algo así como 500 pesos, te animas?... Ni lo pensé, escuché la cantidad y acepté de inmediato y así fueron mis días, la comida siempre estaba lista, esperando a ser calentada, a veces, unos billetes sobre la mesa para pedir pizza o “la comida que se les antoje”. La tarea terminaba rapidísimo y después a jugar toda la tarde, por supuesto los mejores videojuegos que un hijo único pueda tener…
Hoy, con este recordatorio veo lo chido que fue mi primera chamba, con muchos libros para leer, muchos discos que escuchar (gracias a la vasta biblioteca y discografía de la casa) y una compañía que en todo momento se disfrutaba… Ahora las cosas son un poco distintas, me gusta mi trabajo, me encanta mi profesión, pero el lugar… bueno como todo hay cosas que ni qué, pero podría ser mejor, los libros se acabaron y las canciones son las mismas de todos los días (con recordatorios de madre incluidos)…
Creo que nunca cambiaría mi chamba, de reportera a niñera otra vez, o quizá si, si como en una comedia (jajaja o sea novela) el patrón estuviera dispuesto a dejar todo por irse con la chacha. jaja
¡Cuidado! Cafre al volante los lunes…
Pero súbale… que de seguro llega a algún lado…
El primer trabajo por el que recibí una paga fue de niñera… La experiencia fue buena, me gustó, nada que ver con la que tengo ahora, no por lo del disfrute, sino por las diferencias entre una y otra.
Todo surgió tras el accidente de uno de mis primos pequeños; mis tíos eran investigadores que no podían modificar sus agendas para dar esos cuidados especiales a mi primín, asi que me plantearon la idea de cuidarlo…
“Tienes que recogerlo de la escuela y traerlo a la casa (= a caminar dos cuadras, es decir, empujar la silla de ruedas la misma distancia), darle de comer y acompañarlo toda la tarde, ayudarlo a hacer sus tareas y ya, te podemos pagar a la semana, algo así como 500 pesos, te animas?... Ni lo pensé, escuché la cantidad y acepté de inmediato y así fueron mis días, la comida siempre estaba lista, esperando a ser calentada, a veces, unos billetes sobre la mesa para pedir pizza o “la comida que se les antoje”. La tarea terminaba rapidísimo y después a jugar toda la tarde, por supuesto los mejores videojuegos que un hijo único pueda tener…
Hoy, con este recordatorio veo lo chido que fue mi primera chamba, con muchos libros para leer, muchos discos que escuchar (gracias a la vasta biblioteca y discografía de la casa) y una compañía que en todo momento se disfrutaba… Ahora las cosas son un poco distintas, me gusta mi trabajo, me encanta mi profesión, pero el lugar… bueno como todo hay cosas que ni qué, pero podría ser mejor, los libros se acabaron y las canciones son las mismas de todos los días (con recordatorios de madre incluidos)…
Creo que nunca cambiaría mi chamba, de reportera a niñera otra vez, o quizá si, si como en una comedia (jajaja o sea novela) el patrón estuviera dispuesto a dejar todo por irse con la chacha. jaja
¡Cuidado! Cafre al volante los lunes…
Pero súbale… que de seguro llega a algún lado…
3 comentarios:
maldición!!! yo hacía eso mismo con mis sobrinos pero de a gratis... me acabo de dar cuenta de mi nula visión empresarial
Jajajaja esos tiempos!!! un abrazo, ya te extraño.. y las gomitas desaparecieron de mi coche bua
Afortunadamente nunca cuide a sobrinos, ni primos, son unos destroyer, jajajaj mi primer chamba fue asistente de un dentista que estaba buenisimo,jajajaj... en fin. cuidate y me dio mucho conocerte, espero verte nuevamente en el campo del Estadio Olímpico Universitario.
Publicar un comentario