Pero no, mi primer pensamiento me lleva a una pista de hielo y un grupo de jóvenes estadounidenses que consiguieron algo más que un triunfo o una hazaña, sino un auténtico milagro.
Mi pensamiento se va a uno de los momentos más increíbles en la historia del deporte en el mundo mundial… de todos los tiempos. Era 1980 y los Juegos Olímpicos de Invierno enfrentaban al poderoso equipo de hockey de la extinta URSS contra el de EUA.
Los rusos se mostraban invencibles. No había perdido un juego en años y contaban con algunos de los mejores jugadores en la historia, una auténtica aplanadora.
URSS tenía cuatro medallas de oro consecutivas y como parte de su preparación para los JO, había humillado al equipo de las Estrellas profesionales de la National Hockey League (NHL, la liga profesional del deporte).
Por EUA, se presentaba un equipo de jóvenes universitarios. En el contexto internacional, peligraba la participación de los estadounidenses en los juegos, como reflejo de lo tenso en la relación internacional (EUA no asistió a los Juegos Olímpicos de Verano, en Moscú, como parte de las protestas en contra de URSS y la famosa Guerra Fría. Para Los Ángeles 84, los rusos regresaron la atención y boicotearon los juegos).
Nadie daba un centavo por los jóvenes estadounidenses. Inferiores en experiencia como en fortaleza física, se creía que estaban destinados al fracaso.
Sin embargo no sólo consiguieron que los rusos no les metieran gol en los últimos 10 minutos del partido, sino que les ganaron en la ronda de semifinales, mandándolos del oro, al bronce.
EUA enfrentó a Finlandia en la final, partido que ganaron para llevarse el oro.
El juego de la victoria de EUA sobre URSS se conoce como “El Milagro” y la historia trascendió generaciones a tal grado que se hizo una película (The Miracle, 2004), con Kurt Russell y Patricia Clarkson, en la cual se cuenta toda la peripecia, desde antes de la formación del equipo (Una de las películas que se tienen que ver).
No hay comentarios:
Publicar un comentario