martes, 10 de marzo de 2009

Confiésome padre...


Que he pecado mucho de pensamiento, palabra obra y omisión, por mi culpa, por mi culpa por mi grande culpa… Ese es uno de las pocas oraciones que me sé y que en realidad me gustan, no sé por qué, tal vez por los golpes de pecho o algo de eso pero en fin ese no es el punto.
Durante la ruta de ayer, en la que por cierto me tocó por la tarde y terminé hasta altas horas de la noche, fui analizando los pecados que ya han sido tachados en la lista del día y me acordé no porque yo ande analizando mis pecados, sino por un pasajero (de esos que tienen un vestido negro con cosita blanca en el cuello) que subió cerquita del templo de San Judas y como hace mucho tiempo que no piso una iglesia para confesarme decidí hacerlo, pero de otra manera.
Como no podía decirle mis pecadillos durante la ruta, porque… pues para que entera uno al mundo de sus cosas… y tampoco podía detenerme porque hubo mucho pasaje, pues decidí que la confesión fuera mental y sin intermediarios… directo con el patrón.
Asi que empecé… Confiésome Padre, ay no! Ya la regué!! Confiésome patrón que no me he portado taaan bien como lo estipulan las reglas, pero la verdad es que me divierto mucho más.
Y no es poco, tampoco así como para condenarme al infierno… o si? Es que eso depende, depende de la percepción de lo que en realidad es un pecado mortal, creo que los cometidos por tu servilleta son mejor conocidos como pecados veniales (aquellos que son relativamente menores y pueden ser perdonados a través del sacramento).
¿Lujuria? Si un poco, más mental que carnal porque con esto de la crisis hasta eso escasea, jajaja. ¿Gula? Hijoles, también, es que quién se puede resistir a la suculenta comida mexicana y más de viaje, probando desde chapulines y tamales oaxaqueños, hasta esa exquisita lasaña de verduras que parecía de todo menos pasta.
¿Cuál sigue? Aa si, la Pereza, uuuy pues cómo te explico que ese yo creo que es del que más padezco, es que la verdad me da mucha flojerita eso de levantarme temprano para manejar todo el día aunque son pocas las veces que en realidad puedo quedarme mejor en la camita.
Ira… ahí va el McCoy!! Jajaja no verdad. Esa ira no, es de la que es como el coraje, pues esa es inevitable, más con una chamba como esta en la que hay cada cafre y eso que aquí en el pueblo no es tanto el relajo como el que hay en la capital… pero no me enojo tanto como los de la otra ruta que hasta a golpes se agarran.
En cuanto a los restantes (Avaricia, Envidia y Soberbia) creo que tengo la dosis recomendada, todos y quien diga que no está mintiendo, solemos pecar un poco con esto, algunos mucho más que otros, pero finalmente todos estamos incluidos en estos tres rubros.
También eso de las mentirillas se me da un poco, pero solo un poquito, es mi lado ese poético el que miente de vez en cuando pero nunca para herir a nadie, eso no me gusta…
Bueno pues creo que por lo pronto eso es todo… Y qué liberador resulta este autoanálisis, porque finalmente, aunque seas el Jefe, pues ya sabes todo lo que hacemos, bueno eso me dijeron a mí la primera y única vez que me he confesado con un sacerdote, que tu estás en todos lados y ves todo lo que hacemos asi que pues de una vez, así, sin intermediarios, me dispondré a platicar contigo de esto del pecar…

Y hablando de pecados, ¿saben ustedes cuáles son los siete pecados capitales?..... Pues la ira, el aiga, el fuistes, el vinistes, el entrastes, el bajastes y el callastes… jajaja chistorín pa iniciar la semana.

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