Primero que nada les anuncio mi ausencia, como ya sabrán el lunes que a mi me toca circular, hubo paro nacional de transportistas al cual me uní para protestar porque eso de que cada vez suba más el diesel… no está chido, no sale para la cuenta y esas escapaditas a cenar/comer/desayunar, se están haciendo muy lejanas.
La ruta se puso muy taquera y he de confesar que ya anoté todas esas direcciones para mi próxima visita a la capital, porque aquí en el pueblo ps ya me hice experta.
Más que restaurantes, la verdad la comida así de puestito en la banqueta es por demás sabrosa, tiene el toque exacto de mugrita que ni te hace daño y si le pone ese especial sabor a la garnacha.
Sin duda alguna, alguien no puede decir que conoce tal o cual ciudad sin antes haber por lo menos, comido algo en un lugar en el que los platos y/o cubiertos sean de plástico o de plano no exista manera de llegarle al platillo más que con la manopla.
Riqueza gastronómica… les puedo decir que en Celaya hay de dónde cortar… unos taquitos de milanesa en la mañana, unas pacharelas en la nochecita y a media tarde unas tostadas de cueritos… Morelia pues no se diga… desde los tamales de piña o de frijolitos en Xangari, hasta los tacos de asada frente a la Universidad.
Pero si de comer raro y rico se trata, pues no hay mejor lugar que el DF, definitivamente es aquí donde nacen las leyendas… No me puedo imaginar qué será un taco de cochinada, con el puro nombre tengo para que no se me antoje nadita… o ¿una torta de tamal? Yo pensaba que eso sería una bola de masa directo a atorarse en la traquea… pero no, están re buenas ahí afuera del foro sol con todo y su atolito… O los tacos del Borrego Veloz y el tepache y que te los llevan hasta la puerta de tu auto, o los de los Arbolitos, ahí donde está más caro el boing de mango que cenarte media decena de tacos.
Pero sin duda lo más rico que he probado fueron unas flautas ahogadas… no podía creer lo que vi cuando llegó mi pedido, pues imaginaba que sería algo parecido a los tacos ahogados de mi pueblo pero ni al caso.
Llegaron mis flautitas con quesito, crema y salsa verde, inmediatamente el mesero tomó una jarrita y con toda la paciencia del mundo vertió un caldo blanco sobre las flautas, esa combinación estuvo a todo dar, el caldito resultó ser un consomé como de barbacoa, picosito (ya se me antojó) que le puso calor a la platiquita acompañada de una muy saludable y fresca agua de jamaica.
Señores pasajeros… ya saben si de comida se trata trépense al 69 que aquí lo que le va a faltar es tiempo y estómago…
La ruta se puso muy taquera y he de confesar que ya anoté todas esas direcciones para mi próxima visita a la capital, porque aquí en el pueblo ps ya me hice experta.
Más que restaurantes, la verdad la comida así de puestito en la banqueta es por demás sabrosa, tiene el toque exacto de mugrita que ni te hace daño y si le pone ese especial sabor a la garnacha.
Sin duda alguna, alguien no puede decir que conoce tal o cual ciudad sin antes haber por lo menos, comido algo en un lugar en el que los platos y/o cubiertos sean de plástico o de plano no exista manera de llegarle al platillo más que con la manopla.
Riqueza gastronómica… les puedo decir que en Celaya hay de dónde cortar… unos taquitos de milanesa en la mañana, unas pacharelas en la nochecita y a media tarde unas tostadas de cueritos… Morelia pues no se diga… desde los tamales de piña o de frijolitos en Xangari, hasta los tacos de asada frente a la Universidad.
Pero si de comer raro y rico se trata, pues no hay mejor lugar que el DF, definitivamente es aquí donde nacen las leyendas… No me puedo imaginar qué será un taco de cochinada, con el puro nombre tengo para que no se me antoje nadita… o ¿una torta de tamal? Yo pensaba que eso sería una bola de masa directo a atorarse en la traquea… pero no, están re buenas ahí afuera del foro sol con todo y su atolito… O los tacos del Borrego Veloz y el tepache y que te los llevan hasta la puerta de tu auto, o los de los Arbolitos, ahí donde está más caro el boing de mango que cenarte media decena de tacos.
Pero sin duda lo más rico que he probado fueron unas flautas ahogadas… no podía creer lo que vi cuando llegó mi pedido, pues imaginaba que sería algo parecido a los tacos ahogados de mi pueblo pero ni al caso.
Llegaron mis flautitas con quesito, crema y salsa verde, inmediatamente el mesero tomó una jarrita y con toda la paciencia del mundo vertió un caldo blanco sobre las flautas, esa combinación estuvo a todo dar, el caldito resultó ser un consomé como de barbacoa, picosito (ya se me antojó) que le puso calor a la platiquita acompañada de una muy saludable y fresca agua de jamaica.
Señores pasajeros… ya saben si de comida se trata trépense al 69 que aquí lo que le va a faltar es tiempo y estómago…
2 comentarios:
prometo llevarte a los mejores rincones gastrónomicos si en tu próxima visita llegas con harto gaspacho... de ese que se hace sólo en tu tierra!!!
Ya ven ya ven, se te extraña"!!!!!
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