“Y todos para abaajoo.. y todos para arriiibaa”, y allá vamos. Obedientes, inocentes. “Levantando las manos, llegando bien arriba, Moviendo la cintura, Un movimiento sexy, ooohh!!... Es el ritmo nuevo que traigo para tiii”, y no importa lo mucho que la cancion pueda ser aborrecida por incontables argumentos muscales y del buen gusto, igual hacemos más que seguir las instrucciones.
Sigo sin dilucidar si es demencia grupal, si lo que llaman conciencia colectiva funciona de manera extraña en estos eventos.
Yo lo único que sé es que cada vez que escucho la frase “arriba las manos”, pienso en bodas, XV años y huateques de ese tipo… quizás está mal mi referencia, pero bueno, la ruta se puso reflexiva cuando alguien subió y pidió que todos levantaran las manos… no fue un asalto, pero algo parecido.
Uno de esos guitarristas-músico-independiente-unplugged que buscan el aplauso del público y lo único que encontró fue un micro poco congestionado al que le gusta escuchar música de adulto contemporáneo.
Lo bajé en la siguiente esquina y hasta le cobré el pasaje.
Eso sí es decir “arriba las manos”… a bailar !!
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