miércoles, 14 de enero de 2009

Arriba las manos... la demencia colectiva

Nunca ha dejado de llamarme la atención el hecho de que las fiestas, el alcohol, las sustancias embrutecedoras y hasta el simple hecho de andar bien vestidos (traje y corbata o vestido largo para ellas, como vestimenta opuesta a la cotidiana) sirve de argumento colectivo para que desde la niña más fresa hasta el emo más miserable, no reaccionen cuales borregos musicales cuando en una boda, el “grupo versátil” se encarga de iniciar esa etapa de la fiesta que incluye el baile colectivo, la coreografía retro perfectamente recordada y coordinada (conozco varios que aun saben cómo se bailaba el aserejé) y el frenesí corpóreo cuando se escuchan los bailes del perro, del mono, del caballo, de la rata en crisis y del cangrejito playero.

“Y todos para abaajoo.. y todos para arriiibaa”, y allá vamos. Obedientes, inocentes. “Levantando las manos, llegando bien arriba, Moviendo la cintura, Un movimiento sexy, ooohh!!... Es el ritmo nuevo que traigo para tiii”, y no importa lo mucho que la cancion pueda ser aborrecida por incontables argumentos muscales y del buen gusto, igual hacemos más que seguir las instrucciones.


Sigo sin dilucidar si es demencia grupal, si lo que llaman conciencia colectiva funciona de manera extraña en estos eventos.


Yo lo único que sé es que cada vez que escucho la frase “arriba las manos”, pienso en bodas, XV años y huateques de ese tipo… quizás está mal mi referencia, pero bueno, la ruta se puso reflexiva cuando alguien subió y pidió que todos levantaran las manos… no fue un asalto, pero algo parecido.


Uno de esos guitarristas-músico-independiente-unplugged que buscan el aplauso del público y lo único que encontró fue un micro poco congestionado al que le gusta escuchar música de adulto contemporáneo.

Lo bajé en la siguiente esquina y hasta le cobré el pasaje.


Eso sí es decir “arriba las manos”… a bailar !!

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