viernes, 2 de enero de 2009

Ilusos


Tema: Clichés, costumbres y propósitos de Año Nuevo

Simplemente no quiero ni puedo imaginarme a Juan Pablo II corriendo con las maletas afuera de su casa en Año Nuevo (y creo que vivió unos cuantos). O a Carlos Slim poniéndose calzones amarillos para que le vaya bien en los negocios. O a Jenna Jameson poniéndose tanga roja para que sea un año lleno de sexo… bueno, a ella sí puedo y si me la quiero imaginar.

Pero ese no es el punto, sino lo absurdas y estúpidas que son esas costumbres guiadas por la superstición.

Tampoco es que no crea en nada, pero simplemente me parece inconcebible que el correr con una maleta afuera de casa pueda hacer que viajes mucho todo el año. Nunca lo he hecho y en el Microbus he viajado un poco más que varios que, cada año -como si fuera manda-, lo llevan a cabo.

Sin embargo hay costumbres de Año Nuevo que me gustan y una de ellas es el Recalentado. Te da la oportunidad de estar con la familia y los amigos, y hoy me he dado cuenta que no hay nada más importante que eso. Aquellos que tengan a sus viejos y a sus hermanos saben a lo que me refiero.

Poder estar con ellos y que sepan, sin palabras, que gracias a ellos se puede continuar más fácilmente es lo que hace que todo valga la pena. Y después, con la llegada de los amigos, se presentan las risas y las bromas… y el poder aniquilar esas botellas que sobrevivieron al año viejo.

Hay un par de costumbres más que sigo religiosamente. Las llamadas a las personas que amo, los brindis en honor de mis amigos y un par más… sin embargo, espero jamás decir que en este año nuevo entraré al gimnasio, dejaré de fumar o que ya seré cordial con los usuarios que pagan su pasaje con billetes de 200.

Si alguna vez digo uno de esos clichés, no será por Año Nuevo, sino porque haya algo me haga cambiar de opinión de manera radical, en cualquier época del año.

Y mientras eso pase, favor de pagar con monedas, que no quiero perder más tiempo en el tráfico.

1 comentario:

Carla dijo...

Pues en contra de la carísima educación que me dieron mis padres, usé ropa interior amarilla (para la prosperidad, en todo, no sólo el cash) y cené lentejas para que no falte el dinero, ¡ah! y vestí algo de color lila, que según mi bloguera de numerología era mi color para esa noche.
No pasa nada si no lo haces, tampoco si lo haces, lo importante es la fe en ti, y que mejor que sea con una ayudadita...jajaja