martes, 20 de enero de 2009

Tengo un sueño... y algunas pesadillas.

Imposible ser tan ajeno a la fecha en que me toca subirme a la micro y hablar de sueños y pesadillas.

De inicio tenía toda la intención de convertir el micro en un consultorio de terapia (no de esas salas de terapia con final feliz), con un cómodo sofá, un tipo disfrazado de Sigmund Freud y aprovechar para soltar algunas pesadillas infantiles recurrentes que marcaron mi crecimiento y que seguramente tenían alguna razón de ser escondida en lo más perverso, oscuro y recóndito de mi ya de por sí extraño subconsciente. (eso explicaría tantas cosas)

Pero con la manifestación y las calles cerradas que me topé por la cantidad de gente obsesionada con la toma de juramento de Barack Obama en Washinton, era casi imposible hacerme el ajeno y no hablar de los sueños y pesadillas que me provoca el suceso.

Súbale, hoy la micro se pone política y hasta mesa de debate tenemos en el fondo, allá por donde está la bajada.

Si de sueños se trata, pues pongamos los puntos sobres las íes de lo que me da la gana quisiera sucediera.

Mi sueño es que los medios dejen de ensalzar tanto a un prometedor presidente extranjero. Que seamos objetivos y ecuánimes en lo que puede hacer y no y dejen de verlo o retratarlo como un superhéroe mágico.

Quiero que mis amigos gringos (Mei Mei, Patty, Al) tengan un presidente del que se puedan sentir orgullosos, alguien a quien de entrada, no se le pueda señalar de inepto.

Estaría increíble dejar de tener pesadillas en las que mis amigos se quedan sin trabajo por recortes laborales que nunca dejan fuera a los inútiles que no proponen nada al escribir ni al publicar.

Sería un lindo sueño que en México dejáramos de discutir por cosas intrascendentes como el próximo nieto de Luis Miguel e hiciéramos algo porque haya más cultura para más gente.

Otro sueño que traigo es que la gente deje de tener miedo a decir “no sé”. Como si fuese pecado capital admitir que algo se desconoce., que no se entiende. Y más en el ejercicio del periodismo que nos rodea… donde todos lo saben todo, desde el columnista especialista a los editores sin experiencia reporteando incapaces de definir una nota o ver las cosas con perspectiva.

Sueño con que un día, los errores cometidos en el pasado (una vez que aprendimos de ellos, que los enfrentamos, que los aceptamos y nos tiraron al suelo) dejen de cobrarme un pago mínimo diario y me dejen ponerme de pie.

Sueño con no soñar… para en una de esas, tampoco tener pesadillas.

Súbale a su micro.. hoy se vale la reflexión cuasi metafísica… es cuestión de sueños y pesadillas.

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